A la flor de Chimisay
Llegaron siglos, pasando
sobre una ruta encendida:
más tarde tú, Reina-vida
en el morro descansando.
Pastores guanches guardando
sus ganados en partida
vieron a la aparecida
como en espera esperando.
Primero fueron señales,
después, las dudas vinieron,
y luego lisiados fueron
uno y otro… (¡sendos males!)
Costa arriba por eriales
caminantes de noticias
a su Mencey en primicias
con pasión recado dieron.
Acaymo formó cortejo
y a Chimisay allegado
se puso con Ella al lado…
(¡la mar un azul espejo!).