Septiembre con sus fiestas del Cristo ha sido siempre el mes por excelencia de La Laguna (IV). Los fuegos artificiales

Los fuegos artificiales

Resulta difícil establecer el momento exacto en que se inició la costumbre de quemar fuegos para celebrar las fiestas del Stmo. Cristo. Según el P. Quirós, las «luminarias”, las danzas y las comedias figuran en los programas de las fiestas del Cristo desde 1608. Según Núñez de la Peña, los fuegos, como tales, aparecen con anterioridad a la fundación de la Venerable Esclavitud, pero no aporta una fecha exacta.

Sabemos que hasta 1656 la contribución pecuniaria municipal se destinaba exclusivamente a los oficios religiosos, mientras los profanos corrían a cargo del “proveedor” de la fiesta, esto es, un rico vecino de la isla al que los monjes franciscanos invitaban a organizar y sufragar la fiesta. Será el 2 de marzo de 1656 cuando se establece que las fiestas corran a cargo del Ayuntamiento. Pero es en 1659 cuando se empieza a llevar a las fiestas a su máximo esplendor: el 6 de septiembre de ese año se constituye la hermandad de la Esclavitud y se establece que tres de sus miembros, según afirma Ramón Fernández-Pousa , costeen la fiesta, en la que “se gastaba gran cantidad de dinero en comedias, fuegos, saraos y torneos, que llenaban ocho días”.

En un principio, los fuegos se preparaban y ajustaban en una casa aledaña al convento franciscano, pero, posteriormente, dado el peligro que estas labores entrañaban para el monasterio, los frailes lograron que pasaran a realizarse en la iglesia del hospital de San Sebastián, hasta que el regidor Carreño protesta por la misma razón que los frailes.

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