El Ateneo de La Laguna, un valor a recuperar (XI)

El contexto cultural del Ateneo de La Laguna en los albores del siglo XX (XI)

EL ATENEO FUE UNA PIEZA CLAVE EN LE INAUGURACIÓN DEL TEATRO DE LA LAGUNA

Causas imprevistas y ajenas a nuestra voluntad, nos impidieron a última hora realizar ayer tarde nues¬tro propósito y vivo deseo de ir a La Laguna a la inauguración de aquel teatro, correspondiendo a la atenta invitación de su constructor. Encargamos sin embargo, a un amigo que nos diera noticias del acto y, por ellas, podemos decir que resultó bri-llantísimo.

El teatro, aunque pequeño, es lindísimo, y está decorado con sencillez y gusto: estaba profusamente alum¬brado y, más que por las luces, des-lumbrador por la concurrencia que llenaba todas sus localidades y entre la que lucían su belleza las hermosas mujeres laguneras.

El espectáculo resultó muy agra¬dable para el público, que aplaudió con justicia todos los números, per¬fectamente ejecutados, del siguiente programa.

PRIMERA PARTE
1º Sinfonía de la ópera Campanone por la banda La Fe, Mazza.
2º Elegía ejecutada por un cuarteto de cuerda.
3º El Éxtasis, Vals cantado por la Sra. de Mitchel, Arditi.
4º Fantasía de la ópera Lucrezia Borgia del Maestro Donizetti, por la orquesta J.Padrón

SEGUNDA PARTE
1º Fantasía de la ópera La Hija del Regimiento del Maestro Donnizetti por la banda La Fe, J. Padròn
2º Célebre aria de la Iglesia, cantada por el Sr. Miranda (D. Manuel) y acompañada por la orquesta.
3º Fantasía de Los Hugonotes, de Meyerbeer, por la orquesta, Welff.
4º Aria de las Joyas de la opera Fausto, por la Sra. de Mitchel, Gounod.
5º Gallito. Vals catalán, por la banda La Fe, Arguelles.

En el intermedio de la 1ª a la 2ª parte fueron llamados a la escena el pintor del teatro Sr. Bordanova, y el dicho y empresario del mismo, Sr. Padilla”.
Lunes 22 Octubre 1894 Diario de Tenerife

Con el Viana, La Laguna se incorpora al circuito de paso de las compañías de teatro, ya sean dramáticas (como la de Wenceslao Bueno o la de Espejo), lírico-dramáticas (como la de Portillo), cómicas (como la de Sánchez León), de zarzuela (como las de Zamorano, Pablo López y García Catalá, Guzmán y Bracamonte o la de Laguna) u operísticas, así como de artistas de diverso tipo que, de tourneé provincial van por las principales ciudades de las islas, procedentes de la península. Sin embargo, la asistencia de público lagunero al teatro de la capital se mantiene, ya que algunas grandes compañías estrenan más obras en aquél y otras de prestigio no llegan a La Laguna, debido a las condiciones del Teatro Viana (Hernández Hernández, 1998).

En realidad, Francisco Padilla y Morales, hombre ajeno al mundo del espectáculo, no ponía demasiado interés en explotar el teatro, por lo que lo alquilaba a las compañías que llegaban de la península o a las sociedades locales para que realizaran diferentes actividades, no sólo culturales (Ramírez Guedes, 2001).

Por lo general llegan compañías de segunda fila que, tras estrenar en Santa Cruz o Las Palmas, para luego seguir a La Orotava, actuaban como punto de paso en La Laguna. Muy excepcionalmente actuó alguna que otra gran compañía, para financiarse el viaje a América.

Para Hernández Hernández (1998), la diferenciación económica que se establece en la distribución espacial del teatro, es a la vez una diferenciación social. El protagonismo y la relevancia de los asistentes se medirá por el acceso a una u otra localidad, lugar al que se va para ver y para ser vistos, de ahí la importancia de su ubicación. A continuación mostramos la relación de precios de localidades en el Teatro Viana de una función de compañía teatral (los precios no incluyen el timbre del Estado, que se abonaba aparte).

Palco sin entrada ………….. 6’00 ptas.
Butacas con entrada ……….2’00 “
Gradas …………………………. 0’75 “
Delanteras de Grada ……….1’00 “
Entradas a Palco …………….1’00 «

En el Teatro Viana se vieron, esencialmente, obras de autores nacionales con fama en ese momento (José Echegaray, Bretón de los Herreros o Dicenta), así como algunas obras de autores canarios consagrados. En este sentido, destacamos que el estreno con gran éxito, en 1895, de la obra de Guimerá “Mar y cielo”. También se representaron autores clásicos, como Zorrilla y obras líricas de autores como Bretón, Ramos Carrión, Chueca, Feliu y Codina, Chapí, Vital Aza, Camprodón, Barbieri o Arrieta.

En el siglo XX pasará a denominarse “Parque Viana”, incorporando los bailes, sobre todo de Carnaval, a sus actividades, funciones de variedades y cine. Ramírez Guedes (2002) se hace eco de la inauguración del cine en el Parque Viana con el “The Imperial Bioscope”, el 1 de abril de 1906. Se inicia así un continuo desfile de cinematógrafos, cuyos empresarios arrendaban el local durante varias semanas para sus proyecciones y seguían luego hacia otros puntos de la geografía insular. Sin embargo, con la inauguración del Teatro Leal, su oferta quedará limitada a circo y gallera.

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