Fotos, coplas y poemas a la Virgen de Candelaria. “A la flor de Chimisay” (y IV). Domingo Chico González

La Tuna de Distrito de la Universidad de La Lagun,a en la despedida de 2009. Foto La Laguna Ahora

La Ciudad de las Ciencias y las Letras despide hoy a su amada Virgen de Candelaria, y La Laguna Ahora quiere agradecer en nombre de la Ciudad su presencia entre nosotros. No podía ser menos, pues entre los títulos que honran y adornan a la Muy Noble, Leal, Fiel, de Ilustre Historia …Ciudad de San Cristóbal de La Laguna se encuentra el de “universitaria”. Y es que fue en 1792 cuando, virtud a un Real Decreto con fecha de 11 de marzo, Carlos IV ordenó la creación, en la entonces capital de la isla de Tenerife, de la primera Universidad Literaria del archipiélago canario. En 1816, Fernando VII dicta un nuevo Real Decreto por el que resuelve “establecer en la Ciudad de San Cristóbal de La Laguna una Universidad con los mismos privilegios, exenciones y prerrogativas que gozan las demás de estos Reinos, y que dicha Universidad se denomine y llame Universidad de San Fernando”. Para ello, la casa colegio de la Compañía de Jesús de La Laguna se convirtió en la primera sede de la Universidad Literaria de San Fernando, que abrió sus puertas como institución académica el 12 de enero de 1817.

Por ello, como Ciudad Universitaria, hoy cuando te vayas, cuando te despidamos junto al Campus Central de la centenaria Universidad de La Laguna, parafraseando a la tuna: “Triste y llorosa queda la Universidad; triste y llorosa queda la Ciudad”. Hasta la vuelta, te esperamos y, si no estamos, estarán nuestro descendiente para recibirte como te mereces. ¡¡¡Viva la Virgen de Candelaria!!!

A la flor de Chimisay

Candela… Candelaria

Dame la sal de tu mar
que rompe blanca y playera:
dame tú, Candelariera
voz de paz para cantar,
y subir hasta tu altar
una oración marinera.

Dame candela… ¡candela!,
luz del alma enaltecida
para alumbrar yo mi vida
que está oscura y se desvela.

Aquí soy, para ti tengo
-y lo sabes porque vengo
buscando calor de vida-
mi verdad:
del corazón la desprendo…
tómala, que pura está,
y en el hueco de tu mano
hazle nicho, Majestad.

No puedo otra cosa darte…
dame tú serenidad,

Quizas tambien le interese...