España en las fiestas de agosto: Feria y Fiestas en honor del Cristo de Villajos Campo de Criptana (Ciudad Real)

El primer jueves de agosto «Jueves del Cristo» tiene lugar en el municipio la traída del Santísimo Cristo de Villajos desde su Santuario a la población con motivo de la posterior celebración de la Feria y Fiestas Locales y su Festividad. En esta peculiar tarde veraniega de carácter festivo local la gente acompaña desde el Santuario a su Cristo Patrón para contemplar después la solemne procesión que se celebra a su entrada al pueblo para el traslado a la Parroquia. La imagen permanecerá en Campo de Criptana durante un mes en el que se festejan diversos actos de carácter tanto religioso como lúdico. La noche del 23 de agosto da comienzo la Feria y las Fiestas con la Procesión del Patrón por las calles de la ciudad. Iniciándose tras su finalización el desfile inaugural de la Feria.

El día siguiente, 24 de agosto es festivo en la localidad al celebrarse la Festividad del Santísimo Cristo de Villajos y la Solemne Función Religiosa en su honor.

Hasta el día 28, Campo de Criptana presenta una agenda repleta de actividades lúdicas, deportivas y culturales, dedicando un día de feria a un tema, como lo son el día del deporte, de la juventud, del niño, de la cultura, de nuestros mayores y el dedicado al patrón, el Cristo de Villajos.

El primer sábado de septiembre se da lugar a la «Despedida» del Cristo y a la siguiente llevada al Santuario de Villajos. Iniciándose a su llegada una especie de romería nocturna que desemboca en el domingo siguiente; El Día de la Octava del Cristo. Conformado por la Misa del Peregrino, la Solemne Función en honor al Santo Cristo y en recuerdo de los difuntos de la hermandad y la procesión alrededor del Santuario, con su posterior subasta tradicional de entrada de la imagen a la ermita. A estos actos acuden personas de los municipios vecinos de Alcázar de San Juan, Quero, Miguel Esteban, El Toboso… debido a la devoción de sus vecinos a la Sagrada imagen. Con la entrada del Cristo a su ermita terminan los actos y se da clausura a la Feria y Fiestas.

El Santuario del Santísimo Cristo de Villajos

El Santuario del Santísimo Cristo de Villajos se encuentra a 4 km. hacia el norte de la población, junto a la carretera que conduce a Miguel Esteban. Tiene su origen en la iglesia del pueblo de Villajos, despoblado a finales de la Edad Media. En 1575 consta que estaba bajo la advocación de Nuestra Señora de Villajos, cuya imagen posiblemente es la descubierta hace unos años en el interior de uno de sus muros y que puede considerarse de hacia 1300 y de estilo románico de transición.

La ermita decayó hasta que fue reedificada hacia 1663 ya en estilo barroco para ser el centro del culto a la imagen del Cristo de Villajos, cuya fiesta como Patrón de esta villa fue instituida en 1669. El exterior fue remodelado a principios de los años ochenta del siglo XX tratando de darle un pretendido estilo románico.

El interior es lo más interesante del edificio. La nave longitudinal se cubre con bóveda de cañón con lunetos y falsos ventanales. La nave de crucero tiene en sus extremos secciones de bóveda de cañón; su parte central está rematada por cúpula sobre pechinas. El testero es plano y cuenta con un retablo que imita el original barroco destruido en 1936.

El Santuario dispone de un impresionante exterior con amplios jardines e instalaciones de ocio, como un parque para que jueguen los niños.

Visitas todos los días de 9 a 14 y de 16 a 20 horas.

Leyenda

Cuenta la leyenda que en un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme (Campo de Criptana), en el siglo XVIII, los habitantes de Alcázar de San Juan, pueblo situado a 8 km de Campo de Criptana, decían que el Cristo de Villajos era suyo, por lo que entraron en conflicto con los ciudadanos de Campo de Criptana. Los ciudadanos de Alcázar sacaron del santuario al Cristo y cuentan, que se le alargaron los brazos al Cristo y no pudo salir de la ermita. Entonces el Cristo se quedó en Campo de Criptana para siempre.

Cuenta otra leyenda, que antiguamente, cerca del Santuario del Cristo, había un pueblecito que se llamaba Villajos. En él hacían muchas corridas de toros y en una de estas, alcaceños y criptanenses se enfrentaron y hubo muertos. Como consecuencia, el sacerdote dijo que el Cristo no podía salir a las calles del pueblo en días festivos. De este modo, propusieron el Jueves para llevarlo a las calles de Criptana y como no era festivo, la gente no podía ir a verlo y así no había enfrentamientos.

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