El Lenovo Tenerife cayó este jueves noche en su visita al Joventut de Badalona (96-88), tras una mala primera mitad, donde los anfitriones fueron mejores y sentenciaron prácticamente el choque para condenar cualquier opción de triunfo aurinegro.
Pese a tenerlo muy cuesta arriba, el Canarias peleó hasta el final, si bien la losa de los 17 primeros minutos, con un desventaja que llegó a alcanzar los 32 puntos (54-22), fue demasiado pesada. Aún así, tiró de orgullo para mejorar sus prestaciones y salir del partido con mejores sensaciones de cara al importante reto del domingo, ante el BAXI Manresa, al abrigo de su afición (Santiago Martín, 17:30).
Acusó el Canarias las bajas por lesión de cuatro de sus integrantes (Jaime Fernández, Aaron Doornekamp, Sasu Salin y Gio Shermadini, que hoy recibía el alta hospitalaria tras estar ingresado desde el lunes), lo que no le permitió igualar el listón físico de su rival para verse superado por su mejor hacer, con un parcial letal de por medio de 29-3.
Arrancó el partido con Ruzic y Tomic acaparando el protagonismo ofensivo en la Penya; mientras el conjunto insular intentaba en vano llevar el partido a su territorio. Las pérdidas aurinegras (seis al final del primer cuarto y trece al intermedio) y el mayor acierto de los locales (5/6 en triples para empezar) ponían muy pronto el partido realmente cuesta arriba para los laguneros (31-17, min. 10), que ya tuvieron que remar siempre a contracorriente.
Frustrado por momentos, el Lenovo Tenerife vivía entonces sus peores minutos ante un rival más intenso, que ganaba confianza con el paso de los minutos y ampliaba su renta por encima de la treintenta de puntos (54-22). Camino del descanso, los de Txus Vidorreta lograban minimizar daños con un parcial de 0-11, tras un 2+1 de Ilimane Diop, un triple de Édgar Vicedo y cinco puntos seguidos de Bruno Fitipaldo (54-33, min. 20).
Tras el paso por vestuarios, la escuadra tinerfeña siguió mejorando en varios frentes, cerró mejor el rebote y especialmente el grifo de los balones perdidos, para ir estrechando el cerco paulatinamente, al amparo otra vez de un inspirado Fitipaldo y de los puntos de Kyle Guy.
La mejoría fue evidente. Los insulares llegaron a reducir la desventaja a trece (60-47, min. 26) y a doce en varias ocasiones (74-62, min. 31), con la esperanza de forzar un epílogo más parejo. Incluso, ya en el los últimos minutos, los errores en los libres del Joventut y la insistencia canarista les llegó a situar a solo seis, con pocos segundos para el cierre, pero no fue suficiente.
No bastó para ganar pero sí por lo menos para empezar a construir mejores sensaciones de cara a un nuevo reto, el que habrá que afrontar este domingo, al calor de la afición aurinegra, frente al BAXI Manresa.
