José Antonio Afonso y Julio Torres retransmitiendo la salida de la Virgen de La Estrella desde Sevilla.
Un paseo por las calles laguneras nos delata que la Semana Santa está cerca. La actividad en los templos y en las hermandades nos viene a decir que estamos a las puertas de un nuevo Domingo de Ramos.
Una Semana Santa que cambia, con un inicio distinto con la salida de nuevo desde La Catedral, con nuevos cofrades, con novedades en todo lo referente a la seguridad -le han puesto un jersey azul a los de protección civil para tapar el naranja “fosforito”- y la propia organización de la misma.
Y, reviviendo sentimientos, se me viene a la mente aquella Semana Santa de mis años juveniles. Era una Semana Santa que llegaba tras un tiempo de vísperas mucho más vacío de contenido cofrade que ahora. Un solo periódico, “El Día”, donde el recordado Domingo de La Laguna, con su particular estilo, copaba toda la información social y cofrade. Y, junto a la prensa escrita, la prensa hablada, Radio Popular de La Laguna, retransmitiendo misas, además conocidas por todos como “misas de fardar”; el mismo imbécil, aprovechaba para retransmitir la Procesión de Madrugada desde el balcón de la iglesia de la Concepción, más preocupado de que lo vieran, que de informar y transmitir cultura- creo que no hace falta decir a quien me refiero-… Y poco más, ninguna emisora de TV se ocupaba de la pre Semana Santa.
Pero con los años 90 llegó Radio Aguere, la emisora municipal, de la mano de Domingo Medina, como concejal y Pepe Segura como alcalde.Se aproximaba la cuaresma del 92, y con ella el programa de cofradías, “El Atril” dirigido y presentado por José Antonio Afonso, con los tertulianos Bonfilo Marrero, Tato Delgado y Julio Torres. Fue un tiempo mágico, pegados al transistor, de impaciente espera, con espacios llenos de noticias transcendentes y tertulias cargadas de contenido religioso y polémica…mucha polémica cofraidiera, tan típicamente lagunera.
Era un verdadero tiempo de espera, cuando se vivía con impaciencia la llegada de olores a incienso y sonidos de tambores, donde la música vibraba después de mucho tiempo, donde todo se cogía con mucho más ganas porque durante un año no habían tenido los cofrades nada de todo esto que tanto gusta. Teníamos preparados algunos discos y grabaciones en directo de conciertos de la magnífica Banda Municipal de Música de La Laguna.
Más tarde vendría la época de Onda Sol Tenerife, dirigida por Manolo Artiles. Allí de nuevo nos hicimos el mismo grupo un hueco con el programa “La Cirila” -bueno, con la incorporación de Emilio Melián que, dicho sea de paso, no duró mucho en aquella tertulia de «postín»-. Cuando las presiones políticas hicieron mella en el amigo Artiles, terminamos en un cuchitril en la montaña de San Roque, allí la «emisora»-un cuartito de dos por dos- era dirigida por un tío medio siniestro del que no quiero ni recordar el nombre. Y el culmen de los programas llegaría en la etapa de Radio Isla, a principios de 2000, con el programa «La Caja del Turrón», «El Mundial» y los especiales de Semana Santa. Esta etapa nos llevó a José Antonio Afonso y a mí, con el apoyo en Tenerife de Carlos del Toro y de Cesar Fernández Trujillo, «El Maestro», a retransmitir las Semanas Santas de Sevilla, Jerez y Valladolid, eso sí, en distintas ocasiones.
Hoy, nuestra Semana Santa es otra bien distinta de la que muchos conocimos de jóvenes. Hay quien pueda pensar que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, pero no es así, porque la Semana Santa lagunera, como todo, ha ido evolucionando, siempre de frente y hacia arriba; sólo hay que ver las imágenes y grabaciones de entonces para darse cuenta de ello. Aunque en el fondo, como todo aquello que forma parte de nuestra historia feliz, de nuestras ilusiones pasadas, siempre queda añoranza y el recuerdo perenne de los que ya no están con nosotros.
