POR SEMANA SANTA A LOS ARTILLEROS LAGUNEROS QUE DESFILARON BAJO SUS ARCOS (IV).POR JULIO TORRES SANTOS

artilleros1922

La interminables marchas por tierras morunas

Y llegó la hora de que todos, soldados y oficiales, embarcaran. El rotativo El Progreso había solicitado que el alcalde de Santa Cruz, Esteban Mandillo, en aras a facilitar esta operación, así como la correspondiente despedida de ambas baterías, invitara al comercio a cerrar sus puertas tres horas antes de la señalada para el embarque, y que todos los remolcadores, falúas y botes disponibles, salieran empavesados a despedir al buque que transportaría a las baterías hasta la boya, o más allá. Asimismo, el mencionado periódico dirigió a las mujeres de Tenerife una singular rogativa: “Lucid vuestras mejores galas, ponéos lo más guapas que podáis; engalanando vuestros rostros con las mejores sonrisas; y vuestros bellos ojos, de mujeres buenas, con el más dulce mirar, para que la visión risueña que dejáis en las almas de los que se van sea, allá, en los campos de batalla, entre los nubarrones de humo de la pólvora, y durante sus horas de nostalgia, como un pedacito de cielo azul y luminoso de la Patria ausente bien amada. ¡Tinerfeños, nuestros soldados van a luchar por el honor de España, que es de todos, id a despedirlos¡”.

Según la Gaceta de Tenerife no se recordaba en la Isla acto tan vibrante y emotivo como esta despedida, que congregó en el muelle santacrucero a una ingente multitud para aclamar a sus soldados. Este artículo relata un incidente que conmovió especialmente a los allí presentes: “Se dirigió a bordo un niño de diez a doce años, que estaba recogido del arroyo en la Batería de Montaña de La Laguna, haciendo presente con lágrimas en sus ojos que deseaba marcharse con los que lo habían protegido. Costó un gran esfuerzo hacerle regresar a tierra. Los oficiales le hicieron varios obsequios y los soldados pidieron a sus compañeros de la Artillería de Costa de Santa Cruz que le siguieran prestando su protección. Esta escena produjo en el público intensa emoción, aplaudiéndose con entusiasmo el proceder de los artilleros”. Recogemos este suceso para aportar una prueba más de la intensa campaña desplegada por la prensa para movilizar a la población.

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