AMARO PARGO: LA TRADICIÓN HISTÓRICA DE UN CORSARIO LAGUNERO (V). Por Carlos García, Del libro “La Ciudad: Relatos Históricos” 1996

amaro

La ermita de Nuestra.Señora. del Rosario

Cuenta Luis Ortega en su trabajo “El Rosario” de la presencia de ésta casa del pirata, además de la ermita que existe bajo ella, y que se trata de la Ermita de Ntra.Sra. del Rosario, conocida hoy como la ermita de Machado.

Tiene una íntima relación esta ermita con Amaro Pargo pues en ella se encuentra un lienzo donde aparece retratada la figura de su persona, acompañado de una monja y de un fraile franciscano y del que intentaremos aclarar algunas cosas.

Para empezar diré que dicha ermita es muy antigua, conociéndose referencias de ella desde el año 1534, tal y como escribe Fray Alonso de Espinosa quien dice, que el Cabildo de la ciudad de La Laguna, el 4 de Diciembre de ese año y en presencia de D. Pedro Hernández de Lugo, Adelantado de las islas de Canaria y Gobernador y Justicia Mayor de las islas de Tenerife y La Palma, y de los Regidores de Tenerife, del Jurado y Escribano de la isla, en nombre del Consejo de esta isla y del todo el pueblo dijeron:

“Que por las causas susodichas daban y dieron, cedían y cedieron, traspasaban y traspasaron en la dicha orden (frailes predicadores dominicos), la casa y ermita e imagen de Ntra.Sra de Candelaria , con todo el sitio a ella perteneciente y cueva en que primero estuvo y con todo el dicho sitio, desde el Pozo viejo hasta la dicha cueva que ahora se llama de San Blas, con la huerta que está hecha con su noria, con todos los edificios que están hechos y edificados en el dicho sitio, así para morada de los frailes como para acogimiento de los romeros, con más la ermita de señora Santa María Magdalena, que fue edificada por el Señor Adelantado, que está encima de los riscos camino de Güimar. Y así mismo les hicieron cesión y traspasación de la ermita de Ntra.Sra. del Rosario, que ha sido edificada con limosnas del pueblo, que está en el camino que va a Ntra.Sra de Candelaria, para recreación de los romeros que van a la dicha casa de Ntra.Sra. de Candelaria.”

También refiere Espinosa en el capítulo dedicado a “otras imágenes que se dice haber aparecido en ésta isla”, que:”Está la imagen del bienaventurado San Amaro, o Mauro, que es lo mismo, en la ermita del Rosario, camino de Candelaria, que, aunque la figura no es muy hermosa, hace muchos milagros, como por los muchos brazos, pies y cuerpos que le presentan y ofrecen, de que está llena la ermita, se echa de ver”.

Como bien dice Ortega Abraham, a pesar de que existe la tradición de que la figura del santo fue donada para la ermita por Amaro Rodriguez Felipe, la cronología no admite tal propuesta, como bien se comprueba por las fechas expuestas y conociendo el momento del nacimiento del noble caballero.

Por tanto la figura de San Amaro en la ermita es muy anterior a la presencia del corsario por la zona, aunque recapacitando sobre el tema, me hace suponer, y es solo una hipótesis, que al conocer Amaro Pargo que en la ermita se encontraba al culto tal imagen, se encarga de beneficiar a la misma dotándola de alguna riqueza como candelabros u objetos preciosos para el culto y quien sabe si también el famoso lienzo que allí se conserva y en el que aparece su retrato.

Este cuadro se coloca en la ermita de Machado por el año de 1745 y es una copia del Cristo de la Humildad y Paciencia, talla que se encuentra en la iglesia de Sto.Domingo de La Laguna. A su pie aparecen tres retratos que corresponden a la figura de Amaro Pargo, otra a una religiosa y por fin a un fraile franciscano. Parece pertenecer a un pintor derivado de un taller de La Laguna y próximo a la influencia de Rodriguez de la Oliva.

Estos retratos me han planteado algunas dudas en cuanto a la identidad de las figuras.

Luis Ortega dice en algún momento de su trabajo que la religiosa se trata de una tía monja del pirata-Sor Teresa de Jesús- y no identifica al fraile.
Este dato se contradice con lo expuesto con Rodriguez Moure quien refiere que el afecto que tuvo Don Amaro por la Sierva de Dios le vino por el afecto y veneración que le inspiró su propia hermana, Sor Vicente de Ferrer, quien compartió la clausura del mismo convento con María de Jesús.

Pero la duda se complica aún más si acudimos a las informaciones que Domingo García Barbuzano nos ofrece en su bello libro “Sor María de Jesús” dedicado a la figura de la monja incorrupta del convento de Santa Catalana de La Laguna.
En sus referencias podemos observar que entre las pertenencias de la Sierva existe un trozo de tela en forma de cruz, que incluyen una serie de pequeños clavos y que la religiosa utilizaba como silicio para sus penitencias, al que le falta un brazo de los que forman la cruz, y que , según reza en una pequeña tablilla de madera que se encuentra a su lado dice: ”Esta cruz de clavos es un silicio que usaba Sor María de Jesús de León Delgado al que falta un brazo por haberlo entregado la poseedora a mi pariente D. Amaro Rodriguez Felipe en uno de sus viajes para que sirviéndole de talismán fuera preservado de todo mal”. María Guadalupe González de Ascanio. Puede que alguien piense que esta tabilla fuera escrita por la firmante en el tiempo de la Sierva y que fuera María Guadalupe la religiosa pariente de Amaro Pargo que fue la relación que tuvo para su contacto con la monja lagunera, pero no creo que fuera así. Esta Guadalupe fue esposa de don Juan de Ascanio, de ahí su firma.

Por lo que he podido averiguar existen varios errores en estas series de apreciaciones por los diversos autores ya que no parece que ninguno acierte con la verdad. Ni fue una hermana de Amaro Rodriguez Felipe la que profesó (recordemos que su hermana fue Francisca y casó con Isidro José González de Mesa), ni tampoco fue una tía de aquel.

En definitiva parece ser que la monja religiosa pariente de nuestro protagonista fue una sobrina de aquel, doña Beatriz de la Encarnación González de Mesa, hija de la ya nombrada hermana, Francisca Rodriguez Felipe y de don Isidro José González de Mesa .

Estos datos me llevan en concluir, el que las figuras que aparecen en el lienzo que se encuentra en la ermita de Machado, son, además de Amaro Pargo, la Sierva de Dios y Fray Juan de Jesús, el frailito lego de San Diego del Monte que tanta relación guardó con la monja María de Jesús.

Además el retrato del fraile nos muestra a éste con una serie de características faciales que concuerdan con otros existentes de su persona como por ejemplo el defecto que se observa en su ojo izquierdo que aparece semicerrado, pues hay que recordar que Fray Juan de Jesús sufrió un accidente siendo un niño al clavársele un palo en dicho ojo.

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