El Iberostar Tenerife afronta este sábado un desafío de máxima dificultad, un reto solo para irreverentes, que necesitará del apoyo de la grada desde el minuto cero (Santiago Martín, 19:30 horas, #Vamos dial 8). Con todas las localidades disponibles agotadas desde ayer, el grupo de Txus Vidorreta recibe al potente Real Madrid, reciente campeón de la Supercopa Endesa, invicto hasta la fecha en temporada oficial y uno de los trasatlánticos por excelencia del basket europeo.
Sin Pablo Aguilar, aún pendiente de su lesión en la muñeca izquierda, el técnico aurinegro recupera para la causa a Kyle Singler con respecto a las dos jornadas anteriores; mientras que los visitantes tienen la duda de Jayce Carroll, con un esguince cervical, y tienen de momento a Trey Thompkins en la lista de bajas (pueden apurar hasta este sábado a las 13:00 hora canaria para mover ficha, según la nueva normativa al respecto).
El equipo aurinegro tratará de prolongar las buenas prestaciones del sábado pasado en el Martín Carpena para competir ante un auténtico plantillón, en el que figuran, entre otros, cinco jugadores que disputaron la reciente final de la Copa del Mundo entre España y Argentina.
La calidad de Campazzo en la dirección, este año aderezada con el fichaje de Laprovittola; un perímetro de lujo, con múltiples variantes (Rudy, Causeaur, Taylor…), y una de las rotaciones interiores más poderosas de Europa, con Tavares a la cabeza, fortalecida aún más con el reciente impacto del júnior Garuba, que amenaza con seguir batiendo registros de precocidad, serán algunos de los argumentos que tendrá que contrarrestar el Iberostar Tenerife.
