Este mensaje del Papa Francisco debería ser la homilia de hoy en La Catedral lagunera; vendría al pelo a más de uno:
«Cuántas veces hemos visto esas personas que van a la Iglesia y después viven odiando a los demás o hablando mal de la gente», dijo el Santo Padre.
El papa Francisco censura a aquellas personas que van cada día a la Iglesia y después critican u odian a los demás y les dice que «es mejor» que no vayan. «Cuántas veces hemos visto el escándalo de esas personas que van a la Iglesia, están todo el día allí, o van todos los días, y después viven odiando a los demás o hablando mal de la gente. Esto es un escándalo». Y añadió: «Es mejor no ir a la Iglesia. Vive como un ateo. Si vas a la Iglesia, vive como hijo, como hermano, da un verdadero ejemplo».
El Papa realizó esta reflexión durante su catequesis, al aludir al Evangelio de Mateo, cuando se refiere a los «hipócritas» que rezan «para ser vistos por la gente».
Una situación que se replica en la actualidad, con personas que pronuncian oraciones «ateas, sin Dios, solo por ser admirados», aseguró. «Los paganos creen que hablando, hablando, hablando se reza. Yo pienso en muchos cristianos que creen que rezar es hablar a Dios, perdonadme, como un papagayo. No, rezar se hace con el corazón, desde dentro».
Por otro lado, el Papa Francisco considera que Jesús «coronó con felicidad» a las personas «no muy consideradas en aquel tiempo, pero también en el actual», como los beatos, los pobres o los misericordiosos.
«Es la revolución del Evangelio. Todas las personas capaces de amar, trabajadores de paz que hasta entonces habían permanecido al margen de la historia, son constructores del Reino de Dios». Y zanjó: «Donde hay evangelio, hay revolución. El Evangelio no nos deja quietos, nos empuja, es revolucionario».
Les recomendamos leer el siguiente artículo sobre la visita a Roma de esclavos y políticos. Hoy es un Día Grande y un día para ver los milagros del Cristo lagunero. El pasado año, al paso de la procesión, Le dije sin abrir los labios: «Pero Señor, ¿cómo vas tan mal acompañado? Y sin mover los labios el pasado mayo me habló… Y el efecto dominó sigue. Andar para ver. Amen
