Quizá todavía hay gente que desconoce lo buenas que pueden estar unas pechugas de pollo, frescas compradas en nuestro Mercado Municipal
Ingredientes:
(4 comensales)
4 pechugas de pollo
4 dientes de ajo
3 cuharaditas de miel
4 cuharaditas de salsa de soja
jengibre en polvo al gusto
una pizca de tabasco
pimienta negra
tomillo limón
aceite de oliva virgen extra y sal
Para la salsa de hinojo:
1 bulbo de hinojo
1 cebolla roja
tomillo limón
pimienta al gusto
pimienta negra
60 ml. de agua (aprox.)
60 ml. de vino blanco dulce
sal, aceite de oliva virgen extra.
Manos a la obra
Lava el hinojo y pélalo para retirar la parte externa y sus fibras más duras, córtalo en cuatro cuartos. Pela la cebolla y córtala en pluma. Pon una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva, primero a fuego fuerte para marcar el hinojo por todos sus lados, cuando esté dorado baja el fuego y añade la cebolla, condimenta con la pimienta, la pimienta negra, el tomillo y sal al gusto, mezcla bien y cuando la cebolla esté pochada añade los líquidos, deja guisar a fuego lento hasta que el hinojo esté tierno, quizá sea necesario añadir un poco más de agua, pero mantén la cocción a fuego lento.
Mientras tanto, haz el pollo en otra sartén con un poco de aceite de oliva y también, primero a fuego fuerte marca las pechugas hasta que estén doradas por todos lados (salpimentadas al gusto), añade los dientes de ajo pelados, dándoles un golpe previamente para que suelten todo el sabor. Después reduce el fuego y deja que el pollo se vaya haciendo lentamente.
Cuando falten unos diez minutos, incorpora la miel, la salsa de soja, el jengibre, el tabasco y el tomillo limón, deja reducir hasta que caramelice la salsa.
