La fuerza del bloque y el aliento de la grada para buscar la sorpresa. El Lenovo Tenerife recibe este sábado al potente Real Madrid en las semifinales de la #SupercopaEndesa (Santiago Martín, 21:00 hora insular, #Vamos | Dial 8) en una cita repleta de alicientes.
El regreso del público, aunque solo sea cubriendo un 50% del aforo y bajo el pertinente protocolo anti Covid-19; lo atractivo de un formato a todo o nada y la ilusión por romper las quinielas motivan al grupo de Txus Vidorreta ante el campeón de las tres últimas ediciones del torneo.
El equipo aurinegro intentará prolongar las buenas sensaciones acumuladas durante el rodaje estival (3/1), dando un paso más al frente en tareas defensivas, para tratar de plasmar las mismas señas de identidad que le convirtieron en la revelación del curso pasado.
La fortaleza del bloque atrás y el criterio para mover el balón, al son de los automatismos heredados del año anterior, cimentan las opciones de un equipo, el tinerfeño, que espera contar con el mismo empuje desde las grada que ya le llevó, por ejemplo, a forzar un tercer partido ante el Barça, en el playoff de semifinales de la última campaña ACB, cuando los mil afortunados que pudieron asistir al Santiago Martín animaron como si fueran más de cinco mil.
Enfrente, el conjunto insular se topará con un Real Madrid renovado pero igual de temible que de costumbre. Sin los lesionados Abalde, Randolph y Thompkins, el grupo de Pablo Laso defiende título (ya ganó el curso pasado en la Isla) con varias caras nuevas en su roster.
Una nueva pareja de bases, con mucha calidad y puntos en sus manos, formada por Thomas Heurtel y Williams Goss; la versatilidad de Adam Hanga en el exterior y del internacional galo, Yabusele, al cuatro; son los nuevos registros de un plantel que mantiene el carácter y liderazgo de Sergio Llull; las prestaciones en el perímetro de Causeur o Rudy Fernández y el poder interior de Tavares y Poirier, entre otras virtudes a contrarrestar.
