Iglesia de la Concepción de La Laguna. Cromofotografía de Antonio Passaporte (La Laguna segunda quincena de abril de 1931). Fototeca Nacional.
Antonio Passaporteno pasó por alto las pilas bautismales de la iglesia Matriz de tenerife. Tampoco pasó por alto lo más destacable del aspecto exterior de la Iglesia de la Concepción es su altísima torre campanario, visible desde cualquier punto del casco histórico y convertida en símbolo de la ciudad.
Interior del baptisterio con la pila de cerámica vidriada de la iglesia de la Concepción de La Laguna. Cromofotografía de Antonio Passaporte (La Laguna segunda quincena de abril de 1931). Fototeca Nacional.
El cuerpo bajo de la torre, al que se accede desde una capilla interior, es utilizado como baptisterio y está cubierto por una bóveda gótica.
Interior del baptisterio de la iglesia de la Concepción de La Laguna. Cromofotografía de Antonio Passaporte (La Laguna segunda quincena de abril de 1931). Fototeca Nacional.
El Baptisterio alberga la primitiva pila, de cerámica vidriada, procedente de Sevilla y fechada en en el siglo XV (conocida por la de los guanches), así como la pila de mármol blanco realizada por el malagueño Salvador Alcaraz y Valdés en 1756. Al fondo se sitúa el relieve de Nuestra Señora de la Encaranción, perteneciente al antiguo retablo mayor de la iglesia. Un grupo de lienzos de corte barroco completan esta estancia.
El primer asentamiento de esta ciudad, tuvo lugar en la zona donde hoy se eleva la Iglesia de La Concepción, edificándose casas y una pequeña capilla consagrada a la Virgen de La Concepción con materiales muy pobres y perecederos. Estas efímeras construcciones dieron paso progresivamente a otras más duraderas, requeridas en los acuerdos tomados por el Cabildo de la isla para evitar los asiduos incendios y desastres que se producían por el empleo de materiales combustibles.
Dichas construcciones (las del primer asentamiento adolecen de planificación, dispensándose de modo arbitrario por toda la zona) irán variando progresivamente. Rápidamente cambió la situación, que se vio propiciada por un repentino traslado del Adelantado hacia lo que será la Villa de Abajo, promoviéndose así las construcciones ordenadas según la planimetría que imperaba en Europa en ese momento, y que no era otra que el plano de cuadrícula o damero.
