Hablando con Miss Canarias
El periodista Luis Alvarez Cruz publica en la primera página de «La Prensa» el día 23 de abril de 1935 una conversación con «Miss Canarias».
«Alicia Navarro Cambronero, cuya descripción encomiendo al objetivo fotográfico para ahorrarme palabras estériles, tiene diecinueve años cumplidos. Alta, morena, de ojos grandes y claros, es todo un poema… Un poema de arquitectura femenina. Además, es modesta, y esto ya es mucho en una mujer sugestiva. En fin, «Miss Canarias» constituye su piropo más elocuente. Yo, ahora, me limito a glosarlo mientras hilvano una corta charla de presentación de la que será nuestra gentil embajadora en Madrid.
Más tarde llegarian las fiestas en su honor como Miss España
A la señorita «España 1935
Alicia, incomparable Alicia;
tiene su dulce nombre suavidad
de caricia;es para nuestro oído como roce
de seda; el rumor de una brisa en una
rosaleda… y su blanda euforia choca de modo
fiero con tus dos apellidos: Navarro y Cambronero.
En el mismo contraste de tu alma candorosa
que emana el puro encanto de la más blanca rosa
y la esbelta elegancia de tu altiva presencia
y tus labios tiranos que no tienen clemencia
(ioh el hecho sangrante de tu boca de grana!)
y en fin, todo el imperio, la fuerza soberana
que encierra esa mirada profunda de agarena
con que rinde a los hombres tu juventud morena.
No presencié concurso, tu éxito
triunfante,pero yo me imagino aquel acto
brillante,y contemplo el pasado desfile de
beldades (un desfile quimérico hecho de rea-
lidades), veo la concurrencia de pie y
enardecida aclamarte en la noche más bella
de tu vida; a ti te veo, sola, envuelta en resplandores,
que potentes proyectan diversos reflectores;
sonriendo y erguida en el puente de plata
ostentando el prodigio de tu traje escarlata,
toda hecha una llama, una llama votiva…
¡ofrenda a la belleza que tu hiciste cautiva!
Siempre marcha contigo, y por ella mereces triunfar otras dos veces.
