El Iberostar Tenerife asalta el fortín de Miribilla con un nuevo recital colectivo

El Iberostar Tenerife dio este sábado un golpe sobre la mesa para asaltar el fortín de Miribilla y sumar una victoria de mucho prestigio ante el Dominion Bilbao Basket (83-101). Los aurinegros firmaron un nuevo recital colectivo en su tercer triunfo consecutivo ante otro rival de entidad, con siete jugadores en dobles dígitos de valoración, 127 créditos de nota global y ¡31 asistencias! Un victoria sin paliativos que supone la 14ª alegría de la temporada, las mismas que sumó en todo el curso pasado.

La de este sábado fue una tarea minuciosamente forjada en equipo, en el sentido más solidario de la palabra. La fluidez de los tinerfeños en ataque para buscar siempre al compañero mejor situado y el buen hacer atrás, con una defensa de ayudas que eclipsó a varios de los baluartes locales, explican un triunfo que contó con la figura de Nico Richotti para encarnar la guinda final, con un excelente 7/9 en triples, cinco de ellos en el último cuarto, justo cuando los anfitriones apuraban su última chispa en busca de la remontada.

Y eso que el partido no nació del todo de cara para los canaristas, que sufrieron de inicio el martilleo ofensivo de Marko Todorovic en la pintura (9-2, 3′). Sin embargo, el grupo de Alejandro Martínez supo reaccionar con intensidad y cabeza para ir progresivamente ganándole el terreno y la moral a su adversario. Al son de la batuta de Ricardo Úriz, el Canarias comenzó a ver aro con facilidad multiplicando sus opciones en ataque (todos ya habían anotado en el minuto 5).

Con Sául Blanco letal en la media distancia y Blagota Sekulic fino dentro y fuera, triple incluido, y dos aciertos desde el 6,75 de Levi Rost, el Iberostar Tenerife cogía las riendas del encuentro (21-23, 8′) para, poco después, lejos de conformarse, pisar aún más el acelerador con la puesta en escena de la supuesta segunda unidad. La irrupción de Nico Richotti desarboló a la defensa local y los centímetros de Xavi Rey empezaron a hacer estragos, incluido un mate espectacular tras rebote ofensivo: 28-39, tras un parcial de 0-12 (15′).

El Bilbao intentó frenar la inspiración visitante con un par de acciones de mérito de Latavius Williams (33-39), pero el Canarias contestó con contundencia. Primero con un triple de Nico para el 33-44 y luego con un 0-8 de parcial que disparó a los aurinegros en el electrónico (37-52). Intensos atrás y ágiles para hacer daño a la contra, el grupo de Martínez imponía su sello más irreverente.

El mismo descaro marcó los minutos iniciales tras la pausa (48-66, 24′) ante un Bilbao demasiado fallón desde el perímetro y agobiado por la defensa aurinegra. Fue entonces cuando surgieron el orgullo y veteranía de Álex Mumbrú. Varias canastas suyas y el público encendido cimentaron un 14-3 para estrechar el cerco de manera considerable y dejar los 18 puntos de renta que llegaron a alcanzar los tinerfeños en sólo siete (67-74, 31′).

El caso es que al Canarias no le tembló el pulso, especialmente a Nico Richotti. El conjunto insular salió del apuro desde la larga distancia, con tres aciertos del argentino y uno de San Miguel, lo que unido a siete puntos consecutivos de Lampropoulos disiparon ya cualquier duda (70-93) y terminaron de congelar Miribilla. Un colofón perfecto a un gran recital colectivo de los canaristas, que firmaban así otra hazaña significativa en una cancha donde este año sólo había sido capaz de ganar el CAI Zaragoza en los 14 partidos anteriores como local de los vizcaínos.

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