Solo un triunfo, allá por diciembre de 1989, hace 30 años. Ese es la única visita en la que el Canarias salió victorioso de Valencia (88-99), donde los aurinegros acumulan un balance de ocho derrotas y esa sola alegría, con un paréntesis de 21 años sin coincidencias. Ese es el reto que aguarda este domingo al Iberostar Tenerife para despedir 2019: ganar en La Fonteta tres décadas después (19:00 hora canaria, Movistar Plus, dial 53).
No será, ni mucho menos, una tarea fácil para los insulares que se toparán con un rival, el taronja, que está obligado a no ceder para no descolgarse de la apretada puja por jugar la Copa del Rey, con diferencia, la más igualada que se recuerda en mucho tiempo en la ACB. El grupo de Jaume Ponsarnau es séptimo, con un saldo de 7/7, con dos triunfos menos que los canaristas, que marchan cuartos (9/5).
Contra la historia, contra la necesidad casi imperiosa de ganar de su adversario… y contra un plantillón. Contra eso tendrá que luchar el domingo el grupo de Txus Vidorreta, que tratará de imponer sus señas de identidad para llegar con opciones a los minutos finales. El conjunto aurinegro tendrá enfrente a un rival, que sobrevive al exigente reto de compaginar la Liga Endesa con la Euroliga (los valencianos juegan hoy en Estambul ante el Fenerbache), con un roster plagado de jugadores determinantes en todas las posiciones.
Sin el lesionado Vives, pendiente de un esguince de tobillo de Fernando San Emeterio y con Brock Motum de momento en la lista de bajas (tienen hasta el domingo a las 13:00 h.c. para mover ficha), el equipo taronja cuenta aún así con un bloque realmente potente.
El oficio de Quino Colom y Van Rossom en la dirección; la clase y facilidad anotadora de Jordan Loyd en el perímetro, el hambre de élite de los Abalde, Marinkovic y compañía; la conocida calidad de los ex canaristas Doornekamp y Tobey; y un juego interior de lujo liderado por Dubjlevic, serán algunos de los argumentos a contrarrestar.
