La Laguna estudia con la ONCE las medidas para mejorar la accesibilidad a las piscinas naturales de Bajamar

 

«La calidad de las instalaciones y servicios de Bajamar la convierten en el lugar idóneo para adaptar sus piscinas también a personas con discapacidad visual», asegura Ángel Chinea 

El Ayuntamiento de La Laguna y la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) estudian conjuntamente las medidas necesarias para mejorar la accesibilidad en las piscinas naturales de Bajamar, especialmente para las personas con algún tipo de discapacidad visual.

El concejal de Obras e Infraestructuras y Playas y Piscinas, Ángel Chinea, junto a personal técnico municipal, y responsables técnicos de la Delegación Territorial de la ONCE de Santa Cruz de Tenerife, han visitado este enclave costero del municipio, para analizar la situación de las piscinas naturales y las medidas necesarias para su adecuación.

Ángel Chinea explica que «ahora mismo las piscinas naturales de Bajamar conforman una zona de baño accesible para personas con movilidad reducida gracias a un diseño sostenible y accesible que garantiza el disfrute del mar a las personas mayores o con algún tipo de discapacidad. El compromiso del Ayuntamiento de La Laguna es seguir avanzando en materia de inclusión e integración en todos los ámbitos, y la calidad de las instalaciones y servicios de Bajamar la convierten en el lugar idóneo para adaptar sus piscinas también a personas con discapacidad visual», asegura Ángel Chinea.

En la reunión, los técnicos de la ONCE, especializados en la adaptación de entornos para personas con discapacidad visual, se subrayó la necesidad de garantizar lo que se conoce como ‘cadena de accesibilidad’, que contempla todos los pasos necesarios desde las vías de llegada al lugar (ya sea en transporte público o privado) hasta el uso de las instalaciones y servicios.

Entre otros puntos, se ha propuesto la señalización mediante paneles de los servicios e instalaciones, escaleras, rampas e itinerarios para acceder a la zona de solárium, aseos y duchas y a las piscinas, adaptados para las personas con deficiencia visual. En este sentido, se hace necesario contar con pavimento contrastado en textura y color en sus escalones y en el trazado de la rampa y el resto del paseo marítimo, con una superficie estable y antideslizante, tanto seco como en mojado, así como franjas señalizadoras para el desplazamiento de forma autónoma y segura de las personas con discapacidad visual. Este itinerario contará con un coeficiente de transmisión térmica adecuado para caminar descalzos.

En cuanto a la zona de baño, se hace preciso la instalación de balizas flotantes de color contrastado, con boyas con macro caracteres en relieve, y en sistema braille, facilitando información sobre la distancia en metros con respecto a la rampa de acceso de la piscina y la profundidad a la que se encuentra. Estas boyas son especialmente útiles para personas con discapacidad visual, ya que sirven como orientación para no salirse de la zona de baño, como guía en la entrada y salida del agua, y como referencia de seguridad general.

En cuanto a los servicios, se insistió en la necesidad de que el personal de socorrismo de las piscinas preste ayuda al baño a personas con diferentes tipos de discapacidad o movilidad reducida, explicando el uso de sillas y muletas anfibias, así como cualquier otro elemento disponible de uso.

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