El Iberostar Tenerife impone su sello en Madrid

Un triunfo con solvencia. El Iberostar Tenerife impuso este domingo su sello en Madrid para superar al Tuenti Móvil Estudiantes (66-79) en un partido que los canaristas prácticamente dominaron de principio a fin.

Otro gran ejercicio colectivo (cinco aurinegros en dobles dígitos de valoración y 22 asistencias), liderado por una pareja en estado de gracia, la formada por Sikma y Sekulic (35 puntos, 18 rebotes y 41 de nota entre ambos), un inmenso trabajo defensivo de todo el bloque y la letal aparición de Tsairelis y Blanco en el tercer cuarto para romper el partido de manera definitiva explican en parte la segunda victoria tinerfeña de la temporada.

No pudo el Estudiantes imponer su condición de local, ni repetir la producción ofensiva de su anterior compromiso en el Palacio, entre otras cosas, porque se topó con un Iberostar muy serio, que cimentó su triunfo desde atrás para luego buscar casi siempre sus mejores opciones en la otra zona. Salvo el 2-0 inicial, el grupo de Txus Vidorreta no pudo contrarrestar el plan canarista.

Fue una tarea de constancia la de los aurinegros, que no se vio del todo recompensada hasta bien entrado el tercer cuarto. El acierto en la dirección de Ricardo Úriz en los minutos iniciales descubrió en cualquier caso el camino a seguir. Los balones interiores a Sekulic y Sikma marcaron otra vez la senda correcta (9-18, 8′). Eso, junto con un trabajo atrás de lo más serio y el triunfo parcial en la batalla del rebote.

Con varios de los mejores estiletes locales bien maniatados (Nacho Martín y Javi Salgado no vieron aro hasta después del receso), el Iberostar Tenerife fue acumulando argumentos sólidos para la victoria. Incluso, con la teórica segunda unidad en pista, los de Alejandro Martínez manejaban el encuentro a su antojo aprovechando cinco puntos consecutivos de un Mihalis Tsairelis que va a más y el estreno este curso de Saúl Blanco: 18-29 (16′), tras cuatro puntos seguidos del asturiano.

Sólo la movilidad de Simpsons en la pintura y la aparición de Nunnally camino del receso permitían a los del Ramiro mantenerse en el partido (28-35, 20′). Sin embargo, tras el intermedio, el equipo canarista persistió en lo mucho y bueno que había sembrado en el primer acto para imponer su sello con contundencia. Sekulic y Sikma seguían imparables, bajo la batuta de Úriz y San Miguel (36-44, 24′); y los madrileños se desquiciaron por momentos.

Lejos de verse condicionados por los arreones de los locales (36-41, 41-46), el Iberostar Tenerife actuó siempre con solvencia y gestionó con cabeza sus opciones, desde una brillante circulación del balón. Por ahí, a la pareja Sikma-Sekulic se fueron sumando paulatinamente más posiblidades en ataque: Richotti, Tsareilis, Beirán…. Otro buen movimiento del griego en la pintura y dos triples seguidos de Blanco dieron ya casi la puntilla a un Estudiantes (49-63, 35′), que no pudo más que maquillar el resultado hasta el 66-79 definitivo.

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