Tras la reunión comparecerán en rueda de prensa Casado y, después, la ministra portavoz del Gobierno
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, se han reunido este lunes a mediodía en La Moncloa, pero no ha cambiado nada respecto a la situación de partida. Con cuestiones sobre la mesa como Cataluña, la economía o la renovación pendiente de una de decena de órganos, como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Gobierno ha constadado que «el PP sigue instalado en su estrategia de bloqueo».
Citados a las 12:00 horas, Sánchez y Casado han mantenido un encuentro de unos noventa minutos, el primero de este año y el octavo desde que ambos asumieron sus cargos. Sánchez recibió al líder de la oposición en las escaleras del edificio del Consejo de Ministros y ambos posaron unos segundos antes los medios, casi sin mirarse. Después, se han dirigido a la sala Tapiez, donde celebraron su reunión.
A juicio de Moncloa, el encuentro «ha evidenciado que el PP no ha variado ninguna de sus posiciones, a pesar de su responsabilidad como principal partido de la oposición». Sin embargo, Pedro Sánchez mantiene su compromiso de impulsar el diálogo «para desbloquear asuntos tan importantes para la ciudadanía como la financiación autonómica, el Pacto de Toledo sobre las pensiones» o la renovación de las instituciones.
El PP afirmó antes de la reunión que Casado acudía al encuentro por «lealtad institucional», pero sin expectativas de lograr avanzar en los temas que querían poner sobre la mesa.
Tras esta reunión, Casado comparecerá ante los medios en la sala de prensa de Moncloa, y después de él lo hará la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero.
Distanciamiento entre PSOE y PP
Este encuentro se ha producido en un clima de tensión entre los dos principales partidos por la mesa de negociación bilateral que el Gobierno va a crear con el Govern catalán, y por otros asuntos como el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal general del Estado y la reunión del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, por la que los ‘populares’ han acusado al ministro de «mentir» y han pedido su dimisión.
La última vez que se reunieron, el pasado 16 de diciembre, Sánchez aún no era presidente y convocó a Casado en el Congreso para intentar conseguir su apoyo para lograr la investidura, pero ambos salieron más distanciados que nunca. La nueva cita responde a la «mano tendida» mostrada por Sánchez a Casado, porque «no sobra nadie, tampoco la oposición».
El presidente no acudía al encuentro con una cartera de temas cerrada, aunque sí esperaba hablar de cuestiones sobre las que ya pidió el miércoles a Casado un diálogo: el Pacto de Toledo, la financiación autonómica o la renovación de los órganos constitucionales, entre ellos el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que está en funciones desde diciembre de 2018, el Tribunal Constitucional, el Consejo de Administración de Radio Televisión Española (RTVE), el Defensor del Pueblo o la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Casado quería presentar a Sánchez su agenda para «buscar soluciones a los problemas reales de los españoles» derivados del «frenazo económico» y el deterioro del empleo. También quería trasladarle su preocupación por «la degradación institucional» del Gobierno de coalición y abordar la cuestión de Cataluña, sobre la que el PP ha abierto un frente judicial al denunciar al presidente catalán, Quim Torra, por usurpación, una querella a la que la Fiscalía ya se ha opuesto.
