El Lenovo Tenerife se quedó este mediodía a las puertas de dar la sorpresa en su visita al Real Madrid (80-78), reciente campeón de la Copa del Rey y líder de la Liga Endesa y la Euroliga. El grupo de Txus Vidorreta demostró su ADN competitivo para poner contra las cuerdas al conjunto blanco, pero no tuvo el premio deseado. Tras reaccionar en la recta final, después de un mejor tercer cuarto local, para apretar el choque en los instantes finales, los tinerfeños cayeron en el último resuello.
Honor por un partido peleado hasta el bocinazo final y la pena de una ocasión perdida, pero orgullo de un equipo, el aurinegro, que sigue molestando en la planta noble del baloncesto español. Los triples liberados errados, especialmente en la reanudación, y un desenlace mal ejecutado y donde salió mejor parado el conjunto anfitrión privaron a los canaristas de salir victoriosos del Wizink Center.
Pese a todo, la escuadra insular hizo un partido muy serio, recuperó la mejor versión de Fran Guerra (10 puntos y 12 rebotes para 22 de valoración) y expuso argumentos y buenas sensaciones colectivas para afrontar con todo el último tercio de la temporada.
Arrancó el partido con mucho ritmo, escenario que los aurinegros supieron manejar con solvencia. El buen hacer atrás del quinteto canarista y el acierto en los triples de Bruno Fitipaldo (3/4 de inicio) dieron confianza a los tinerfeños (13-17, min. 7′); mientras los anfitriones se amparaban en los puntos de Mario Hezonja.
Conforme crecía el encuentro, el Real Madrid se sentía cada vez más incómodo en ataque. La fortaleza insular atrás, apretando las líneas de pase (hasta tres robos de Jaime Fernández), daban consistencia a los de Txus Vidorreta, que iban sumando argumentos a la causa.
Un 2+1 de Gio para estrenar el segundo cuarto (20-22, min. 11); el buen trabajo en la pintura de Fran Guerra (6 puntos y 7 rebotes al descanso); y la paciencia para mover al balón, junto a la segundas opciones en ataque, daban alas al Canarias (36-41, min. 19); al tiempo que los locales aprovechaban los balones interiores a Poirier para intentar compensar su elevado número de pérdidas (nueve en dos cuartos).
Tras el paso por vestuarios (38-41), el Lenovo Tenerife prolongó de entrada su buen trabajo. Un contraataque culminado con mate por Fran y dos triples consecutivos de Fitipaldo y Guy (43-49, min. 24) sembraban la incertidumbre entre la parroquia merengue. Sin embargo, los de Chus Mateo respondieron con un parcial de 16-4. Los libres de Musa dieron paso a varios aciertos de Tavares y Causeur; y los laguneros sufrían sus peores minutos.
El Real Madrid cerró entonces mejor su rebote defensivo, endureció su defensa y aprovechó los errores visitantes en varios tiros liberados para recuperar las riendas en el electrónico (63-59, min. 30). Los locales ampliaron incluso su renta hasta los nueve puntos (72-63), tras un parcial de 9-0, pero el Canarias no tiró la toalla.
La fortaleza del bloque en tareas defensivas y el talento en ataque de Kyle Guy fueron apretando el cerco hasta forzar un epílogo a cara o cruz (76-76, min. 39). Con el partido chico a chico, Campazzo, primero; y Llull, después; no fallaron desde el libre para los locales; mientras entre medias Guy, desde el triple, y Jaime Fernández, en una penetración a falta de cuatro segundos, no pudieron anotar con 78-77 en el marcador.
Ya con los locales tres arriba (80-77), Tim Abromaitis dispuso de dos libres; encestó el primero, tiró a fallar el segundo y Tavares agarró el rebote para amarrar la sufrida victoria de los anfitriones. Cerquita, muy cerquita se quedaron los laguneros de dar la sorpresa, después de habérselo dejado todo en el intento.
