«Laguna 20 de Mayo de 1919
Sr. Sabino Zabala.
Muy apreciable Sabino:
Me encuentro muy disgustada
en saber que entodavia
no has recebido mis cartas,
unas tres llevo escribidas
ende que estás pa la Habana,
y el que tú no las recibas
es pa mi una cosa extraña,
será que loa correyistas
confiscados se las chascan,
por €80 me dijo madre
que, aunque me cueste máa cara,
4sta que te manda ahora
la mande santificada.
¡Ay Sabino, ay Sabino,
ay Sabino de mi alma!
tu no sabes el dolor
que me produjo tu carta,
en ver que, sin culpa mía,
creyiste que to olvidaba;
Oüeno perdí ¡a color
estoy triste y desganada,
la petrina del refajo.
me sobra máa de una cuarta.
¡Decirme tú que me olvido
de cuando en ésta te hallabas,
yo que me acuerdo de ti,
de la noche a la mañana!
Ricuevdo la zapateta
de que en la tuya me hablüs.
Yo no me olvido da eso,
Sabino, ni soy ingrata.
Te acuerdas cuando tu ibas,
Sabino a ilailar la danza
a la fiesta de San Diego,
con buenas cintas cruzadas?
Guardo entodavia una
de color verde esperanza.
Cuando tu estabas en ésta,
Sabino, también luchabas,
y loü tumbabas a todos
por la burra y la palmada.
Yo no te olvidaré nunca
y contestaré tus cartas
porque te quiero de veras,
y, adiós Sabino de mi alma,
madre me llama a yantar,
y esta doy por terminada;
memorias de mi familia,
y tú, lo que gustes manda
a ésta que es tú afectísima
Ana Evora de Armas»
Nijota
