La murga El Desbarajuste debutó en 1970, dirigida por Sixto Cabrera Hernández, que fuera componente de la también lagunera «Los Desafinados», empezando así una dilatada labor en distintas murgas laguneras.
Junto con José María Ormazábal y Pancho Martín decidió formar otra murga, que realizó sus ensayos en un local del barrio de San Honorato.
En 1970 presentó como mascota al niño Juan Ormazábal, que resultó ser uno de los murgueros más relevantes en la historia de las murgas laguneras, cofundador años más tarde de la primera murga infantil del carnaval «La Poca Pena» también lagunera y director años más tarde de la murga «El Desbarajuste» y fundador, diseñador y letrista de otras en los años ochenta, así como componente de Los Bambones, Juanveintitreros y Trabas.
En su segundo año, El Desbarajuste se presentó con un disfraz de «sota de espadas», elegido porque no necesitaba maquillaje. Por ausencia del director fue José María Ormazábal quien se hizo cargo de toda la organización y de dirigirla, aunque tuvieron un déficit muy importante que saldó íntegramente el organizador, lo que provocó que éste fuera su último año como murguero y que El Desbarajuste no volviera a participar hasta que Sixto Cabrera Hernández regresó del extranjero y la reorganizó en 1979 prara participar en 1980.
Un tema muy actual…En estas islas siempre el mismo tema.
En 1981, El Desbarajuste se presentó bajo la dirección de otro murguero y letrista, Víctor Hernández Ramos, tras ensayar en una casa de San Benito cedida por los Hormiga, otra familia murguera.
La veterana murga, tras problemas internos, se disolvió al finalizar el Carnaval de 1983 y del cisma surgieron tres grupos fundados por sus componentes: Los Malaslenguas, encabezados por la familia Hormiga Pérez; El Relamido, fundada por Juan Cruz Ormazábal, y Los Piltrafas, por Sixto Cabrera Hernández.
